Bordados

sábado, 2 de abril de 2011

Historia del bordado

Antes de empezar con hilos, telas  y agujas es conveniente un poco de cultura y aprender la historia del bordado.

El bordado es el arte de decorar un tejido con diferentes puntos para enriquecerlo y realzar su belleza. Se puede realizar sobre cualquier material flexible desde el cuero a la gasa, con hilaturas tan distintas como lana o el oro más fino, y embellecerse con joyas, perlas y esmaltes.
La riqueza del bordado en el pasado dio lugar a veces a que manos avaras deshicieran labores preciosas para apropiarse de joyas e hilos de oro.
Debido a la naturaleza perecedera del tejido, los orígenes del bor­dado, como los de las demás labores de aguja, son imprecisos. Su historia resulta también difícil de reconstituir: los griegos lo atribuye­ron a Minerva, los peruanos a Mama Ella, consorte de su primer soberano Mango Capac, y los chinos afirman que su descubrimiento se debe a la esposa del Emperador Yao. Nos quedan sin embargo documentos, esculturas y pinturas para ayudarnos a reconstruir la historia del antiguo arte de la aguja.


Bordado antiguo.

En muchos países, y especialmente en China, el bordado se empleaba como lenguaje simbólico y no meramente como decoración. Su utili­zación en prendas de vestir solía denotar rango o posición social aco­modada y el portador era objeto de alabanzas y acreedor de buenos deseos. Este lenguaje simbólico parece haber cristalizado los diseños, ya que los estilos de hace 2000 años permanecen en la actualidad sin grandes variaciones. En el bordado chino, por ejemplo, los símbolos incluían: la mariposa como representación del amor o la felicidad conyugal, los murciélagos de color rosa la dicha, el cráneo la longevi­dad, los patos mandarines el afecto conyugal, el ganso la felicidad del hogar y el papagayo como advertencia a las esposas infieles. El fénix estaba reservado a la emperatriz como símbolo de belleza y buena suerte, mientras que el dragón de cinco garras o Dragón Lung y el color amarillo eran exclusivamente de uso imperial. Las flores y fru­tos también tenían su significado: el melocotón y el convólvulo se uti­lizaban en prendas nupciales, la granada para desear fertilidad y el loto fecundidad y pureza.
En la India el bordado tenía su definición en el Código de Manú redactado hace más de 2500 años, estando sujeto a normas estrictas relativas a su empleo, diseño y emplazamiento más idóneo según el tipo de bordado que se trabajase. De esta manera el arte del bordado llegó a convertirse en medio de subsistencia y profesión heredada para hombres y mujeres de extensas zonas de la India, cuya habili­dad y técnica se transmitían de generación en generación.

En el antiguo Perú, aislado de Europa y del Oriente, se empleaban puntos de bordado semejantes a los que componen los tejidos de punto para crear complicados motivos rituales que se confecciona­ban en lanas de llama de vivos colores. Los peruanos no sólo produ­cían tejidos enormemente elaborados a base de puntos de bordado, sino que empleaban también la técnica para componer flecos y cene­fas en relieve con diseños de pequeños pájaros y figuras parecidas a muñecos.

Los griegos y los romanos utilizaban a veces el bordado en diseños geométricos de líneas rectas para bordear sus túnicas y togas. Tam­bién gustaban de engalanarse con ricas vestimentas bordadas en oro que se confeccionaban en Frigia, puerto del Mar Egeo que hoy perte­nece a Turquía. Los frigios eran, famosos por sus borda­dos en oro. Los medallones circulares que adornaban estas vestimen­tas fueron adoptados, siglos más tarde, en las primeras labores del bordado europeo. Los motivos geométricos y circulares dieron paso, gradualmente, a diseños figurativos, entre los que se introdujeron motivos botánicos, animales y figuras humanas. De estas labores no ha perdurado ninguna muestra, y lo único que sabemos al respecto está contenido en relatos de la época.


Otros Artículos.


Bordado medieval.
Bordados desde el siglo XV al siglo XX.
Puntos planos bordado y punto de bastilla.
Punto de cordoncillo.





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